(Por Julio Matthei Sch.)

 

dulceyagraz0Nuestra generación vivió en toda su intensidad la crisis política, social e institucional que sufrió nuestro país en los años setenta. Se sembraron vientos y se cosechó un tormenta que no ha tenido parangón en nuestra historia. A pesar de que a casi 40 años de distancia, las pasiones parecieran haberse aplacado, hay consecuencias que alteraron, a muchos, su proyecto original de vida.

 
 
 
 
 
 
 

Instaurado en 1973 el régimen militar, con un país extremadamente dividido y sumido en un profundo caos económico, no hubo institución que no se viera, de algún modo, seriamente afectada. LAN Chile no fue una excepción. Protegida en un comienzo su supervivencia, por razones “estratégicas”, luego fue objeto, como el resto de las empresas del Estado, de una intensa campaña por su supresión, aduciendo las capacidades de los privados para asumir los servicios del transporte aéreo en el país y tratando así, de liberar al erario nacional del fuerte impacto de los tradicionales déficit en su gestión.

Para la profesión de Piloto Comercial en un mercado de trabajo extremadamente reducido, estas no eran buenas noticias, especialmente considerando que en aquellos años no se había establecido aún la “globalización” de hoy , que ha permitido a los Pilotos Comerciales chilenos competir por oportunidades laborales en el extranjero con bastante éxito.

 

dulceyagraz1Bajo ese clima de inseguridad, un significativo número de pilotos fueron emigrando de LAN en busca de alternativas de trabajo más seguras y estables.

En mi caso tuve la oportunidad de postular a un cargo vacante dentro de la misma empresa, pero ajeno a mi actividad de Comandante de aeronave de B-707 de entonces. Una decisión en absoluto fácil de tomar, pero que asumí dada la incertidumbre sobre nuestro futuro laboral como piloto y la posibilidad de ampliar mi horizonte y mis capacidades profesionales dentro de la industria.

 
 

 

 

Tras la renuncia del General Stuardo, asume en 1977 como nuevo Presidente de LAN el Sr. Rodolfo Guesalaga Merino, como Vicepresidente el Sr. Alfonso Moreira Arraigada y como Gerente General el Sr. Jaime Amunátegui Silva, todos ellos antiguos pilotos de Línea Aérea Nacional. Una de los primeras resoluciones de las nuevas autoridades de la empresa sería la que me nombraba como Gerente General de LAN en el Perú, en reemplazo del Ingeniero Jaime Cáceres que había sido trasladado de regreso a Santiago.

El embajador chileno en Lima era entonces don Francisco Bulnes Sanfuentes y correspondía, en mi calidad de representante de Lan Chile, visitarlo a mi llegada. En compañía del Gerente General Jaime Amunátegui llegamos a su despacho a invitarlo a la recepción oficial que acostumbraban hacer todas las compañías aéreas extranjeras con motivo de la asunción de un nuevo representante. Con sorpresa tuvimos que constatar que en lugar de ser bienvenidos éramos duramente increpados por no haberle consultado y convenido previamente con él, la fecha de la referida recepción. En duros términos nos dio a entender que era él, como embajador, quién representaba los intereses de Chile y ello incluía la empresa Lan Chile. Este episodio lamentablemente marcó la calidad de nuestras relaciones para todo el período que compartimos nuestras respectivas labores en Lima. No obstante lo anterior, cuando el embajador fue declarado injustamente persona “no grata” por el gobierno del Presidente Morales Bermúdez sentimos pena y sincera solidaridad, especialmente cuando fue tratado con insólita brusquedad en el aeropuerto, el día de su embarque a Chile.

 

De izq. a der. Julio Matthei Sch., Jaime Cáceres, Sergio del Río y Jaime Amunátegui.

De izq. a der. Julio Matthei Sch., Jaime Cáceres, Sergio del Río y Jaime Amunátegui.

 

Este último episodio en el aeropuerto, reviviría en mi memoria algo similar acontecido en el mismo aeropuerto de Lima pero no con un chileno, sino que con nada menos que un ex Presidente de la República del Perú. Estaba sentado en el cockpit al mando de mi B-727 esperando el embarque de los últimos pasajeros para nuestro vuelo con destino a Miami, cuando observo que un señor, fuertemente custodiado, es conminado a subir sin mucha delicadeza por la escalera de acceso a la cabina de pasajeros. En el umbral de la puerta el señor, gira, y con el brazo en alto profiere un sonoro:

¡ ” Volveré por la voluntad y el voto del pueblo” ! Una frase que no se la llevaría el viento como veremos mas adelante…

Extrañado consulto al despachador por la identidad del postrer y al parecer , conspicuo pasajero. Se trataba del ex Presidente Fernando Belaúnde Terry, derrocado dos años antes, a quien se le había otorgado un permiso especial de ingreso, breve, por razones familiares y que retornaba a su exilio en los Estados Unidos. Conciente de su estado de ánimo me preocupé de instruir a la tripulación en darle una atención particularmente esmerada a pesar de su evidente interés en pasar desapercibido. Al arribo en Miami, Fernando Belaúnde se despidió de nosotros agradecido y con demostraciones de cálido afecto. Curiosamente, diez años mas tarde, en mayo de 1980 coincidiríamos nuevamente en suelo peruano, Fernando Belaúnde Terry asumía por segunda vez la Presidencia del Perú y yo desempeñándome como Gerente General de Lan Chile.

Pero volvamos a 1977 y a nuestro embajador en Lima. Fiel a su anunciada negativa, la recepción ofrecida por LAN Chile el día 26 de Julio, se desarrolló sin la presencia usual del embajador del país de la aerolínea anfitriona. Sin embargo no fue impedimento para que la presentación del nuevo Gerente General en los salones del Hotel Sheraton, tuviera la muy selecta concurrencia de 350 personas entre diplomáticos, autoridades, representantes de Líneas Aéreas, Agentes de Viajes y amigos de Lan Chile. Una gran oportunidad despreciada por nuestro embajador.

Me acompañaron en esa oportunidad el Gerente anterior de Lima, Jaime Cáceres, el Gerente para América del Sur Sergio del Río y el Gerente General de LAN, Jaime Amunátegui, que hizo la presentación del caso.

Estar al servicio de LAN en el Perú resultó particularmente grato por el gran prestigio que gozaba la empresa desde los inicios de su operación en el año 1954 con los aviones Martin 202 y dos años mas tarde con DC-6B. Gran parte de ese prestigio se debió a la exitosa gestión del ciudadano peruano, don Gustavo Riveros, Gerente General para el Perú por largos diez años. Todo un personaje de la sociedad limeña, con amplios vínculos con todo el mundo, y que por ello se le conocía también como el “Virrey”.

Hacia el final de su representación de Lan – durante el gobierno del Presidente Salvador Allende -, Riveros recibió la visita de Chile de los Srs. Aníbal Severino y Sergio de la Fuente, encargados de fortalecer las bases sindicales de los empleados y obreros de la empresa de acuerdo al espíritu del gobierno chileno de la época. Don Gustavo haciendo gala de sus dotes como diplomático no se complicó en absoluto, dando el vamos al Sindicato SUTLAN al que ingresaron todos, incluyéndose él mismo y sus Gerentes.

 

dulceyagraz3Con estampa de diplomático, – mal que mal era tambien Cónsul de Chile en el Callao -, disfrutaba atendiendo en su casa, tanto a amigos como autoridades de los mas diversos ámbitos. Una simple llamada por teléfono a la persona adecuada solía ser suficiente para superar cualquier problema. Sería probablemente el período más fructífero de LAN en cuanto a aceptación y prestigio en los círculos locales. Su señora, Stella Spikula (familiar de Sergio de Castro Spíkula, que sería años mas tarde Ministro de Economía y de Hacienda del gobierno del Presidente Augusto Pinochet), de nacionalidad chilena y que lo sobrevivió, tambien tuvo siempre especiales demostraciones de afecto para todas las personas de LAN.

 

 

 

 

 

A la muerte de don Gustavo Riveros en 1971, hubo un breve período de reemplazos(Sergio Sepúlveda y Roberto Becker) hasta que fue nombrado el Sr. Leoncio Fuentes, quien estuvo alrededor de un año. Después asumió en propiedad don Roberto Becker (1972-1975) y mas tarde el ingeniero Jaime Cáceres.

Juanita Palet fue una de las primeras Secretarias de don Gustavo Riveros y se mantuvo en ese cargo a lo largo de toda la sucesión de Gerentes Generales, incluso de mi propio período 1977-1981. Junto a Juanita se iniciaron en LAN tambien funcionarios de dilatada trayectoria posterior en la empresa, como Maruja Cabrejo, Blanca Pérez, Fernando Juárez, Nancy Bazán, Adolfo Lafaix, María del Carmen Dammert y Carlos Barzola. Si bien en lo personal no recuerdo por sus nombres a todos los que me acompañaron en mi gestión, siento por ellos sólo gratitud por su profesionalismo y lealtad en tiempos que no fueron particularmente fáciles para LAN. Sin desmerecer a otros, no podría dejar de mencionar tambien a Jesús Revilla en Carga, a Esperanza Orrego en el aeropuerto, al “Pibe” Vásquez, a Chela Valderrama en reservas y a Mila Samaniego.

Había conocido un Perú acogedor ya desde la época en que como copiloto de DC-6B, nos correspondía pernoctar en Lima y éramos siempre atendidos con particulares demostraciones de afecto por numerosos conocidos y amigos peruanos. Mi nueva destinación me dio la oportunidad de profundizar en las bondades y calidad humana del pueblo peruano: los conocí en la Sierra, en la Amazonía, en sus monumentos ancestrales y en otras manifestaciones tan únicas y misteriosas como las líneas de Nazca.

 

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Con Maria Reiche en Nazca

En una oportunidad precisamente acompañamos a sobrevolar Nazca al ex Cdte. en Jefe de la Fach Eduardo Jensen, entusiasta investigador de las figuras incaicas antiguas, donde tuvimos la oportunidad de conocer a la investigadora alemana de las figuras, Maria Reiche, geógrafa, matemática y autora del interesante libro sobre las referidas figuras “Secreto de la Pampa”

 
 
 
 

Socialmente, dos de nuestros hijos se habían vinculado estrechamente a los hijos de una distinguida familia peruana, fruto de lo cual, resultó un matrimonio que ha permanecido unido y feliz hasta el presente.

 

Oficina de Gerencia General en Lima, Jirón Camaná 851 – Of. 801

Oficina de Gerencia General en Lima, Jirón Camaná 851 – Of. 801

Lo que se perfilaba como una grata y enriquecedora experiencia profesional  se vio puntualmente ensombrecida por dos acontecimientos que tuvieron amplia cobertura en los medios.

El 4 de Agosto de 1978 recibimos la impactante noticia del accidente de un B-707 (el N°705 CC-CCX) de LAN que la noche anterior, durante la aproximación al aeropuerto de Ezeiza, cubierto por una espesa niebla, se había incendiado y destruido totalmente. Todos los que pertenecíamos a LAN sentimos un gran alivio al ser confirmada la noticia de la ausencia de víctimas a pesar de la magnitud del accidente. Los 64 pasajeros (entre los que se registraban entre otros, los padres de nuestro colega Comandante de Aeronave Julio Reti) y toda la tripulación con la que habíamos compartido varios años de profesión (Cdte. Federico Wünsch, 1er Of. Brian Gallo, Ing. de Vuelo Jorge Machuca, La tripulación de Cabina: Rudy Köstner, Patricio Lavín, Ezequiel Briceño, M. Teresa Cubillos y Ruby Lobos) habían resultado en general ilesos. Jaime Amunátegui y Rene Dussert, Gerente General y Gerente Comercial de la empresa, tuvieron la mala fortuna de participar tambien de esta traumática experiencia. Fue además un duro golpe para el nuevo Presidente de LAN, Carlos Lathrop, que había asumido recién su nuevo cargo hace una semana.

Cinco meses mas tarde se presentaría el segundo hecho puntual que no dejó de ensombrecer tambien nuestra estadía en Lima. De súbito e inexplicablemente, el ampliamente conocido representante chileno de LAN tanto en los ámbitos privados como públicos de la industria y del turismo, se convirtió el 11 de Enero de 1979 en una especie de impostor y en un personaje de titulares de la prensa del Perú y de Chile, relegando al olvido que llevaba mas de tres años de vida pública normal y transparente en el país:

 “Julio Matthei y el funcionario Daniel de la Maza fueron arrestados al regresar de Arequipa” (EL MERCURIO). “El Gerente General para el Perú de la empresa de aviación Lan Chile, Julio Matthei, de nacionalidad chilena, fue detenido, junto con otra persona no identificada, poco después de retornar del sur del país, informaron hoy fuentes del aeropuerto local Exterior” (LA TERCERA). “En el, aeropuerto Internacional Jorge Chávez fueron detenidos ayer el Gerente General de LAN Chile, Julio Matthei y el Gerente Administrativo de la misma compañía aérea, Daniel de la Maza, cuando regresaban de un viaje a Arequipa” (LA PRENSA). “Detuvieron por error a miembros de LAN Chile Un error cometido por empleados de una compañía de aviación motivó la retención, en dependencias policiales, de dos funcionarios de LAN Chile Julio Matthei y Daniel de la Maza, Gerente y Subgerente respectivamente en el Perú, de esa línea aérea, aparecían erróneamente como de nacionalidad peruana sin registro de documentos en alista de pasajeros (EL COMERCIO).” “Libres en Perú dos Ejecutivos de LAN Chile. No hay problemas con ellos”, dijeron las autoridades peruanas. El vocero de la embajada (de Chile) dijo que un alto funcionario de la policía peruana dio satisfacciones a Matthei y De la Maza que fueron puesto en libertad anoche luego de aclararse la confusión.

Ninguna autoridad peruana informó del caso oficialmente. Una fuente de la Cancillería dijo que esa dependencia tampoco lo hará.”(ULTIMAS NOTICIAS)

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Arriba: M. Carmen Dammert con el Presidente de LAN Carlos Lathrop

Derecha: Gerente General con personal LAN del aeropuerto (Despachador  Casimiro Zamora, Arturo Yáñez, Maruja Cabrejo, Chela Valderrama, Gte. Comercial Patricio Escobar y Jesús Revilla)

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Transcurrido exactamente 30 años del lamentable episodio es interesante recordar lo realmente acontecido a la luz de las primeras impresiones, siempre más auténticas y vívidas, del mismo afectado. Todo se gestó por la decisión del cierre de la sucursal de LAN en Arequipa por razones de costo y de rentabilidad, aspectos prioritarios en la gestión del nuevo Presidente de Lan, don Carlos Lathrop D. La oficina de Arequipa había sido inaugurada en 1975 con la presencia del Embajador, General del Aire (R), Máximo Errázuriz y las autoridades de LAN, Germán Stuardo, Harold Beckett y Alfredo Beytía B., como Jefe de la sucursal.

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Arriba: Celebración del día de la Secretaria con Juanita Palet, Mila Samaniego, Blanca Pérez y Gte. de Ventas Patricio Escobar.

 

Derecha: Gte. Comercial Patricio Escobar, M. Carmen Dammert y Gte. General.

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En el reporte oficial del Gerente General del Perú al Presidente de LAN fechado el 15 de Enero de 1979 se relataba lo acontecido aproximadamente en los siguientes términos:

“Con motivo del cierre de la sucursal de LAN en Arequipa, dispuesta por la casa matriz, el Gerente General y Daniel de la Maza, Gerente administrativo, se dirigieron a dicha ciudad el día domingo 7 de Enero para regresar el día martes a Lima. En ambos trayectos se utilizó el servicio regular de la compañía de aviación “Faucet”, quien a solicitud de LAN había extendido los pasajes de cortesía (regulación IATA 200) correspondientes. Las pautas elaboradas de acuerdo con el Gerente de la sucursal Sr. Alfredo Beytia Barrios, quedaron determinadas en un memorandum suscrito el día lunes 8 de Enero y puestas en ejecución de inmediato como consta en las publicaciones que se hicieron en la prensa local el día miércoles 1° de Enero.

Al regresar el día martes 9 de Enero y pretender abandonar el terminal doméstico del aeropuerto “Jorge Chávez” aproximadamente a las 16:30 horas, se observó la existencia de un control especial de documentación por personal de la policía civil (PIP) a que fueron sometidos todos los pasajeros que en ese momento hacían abandono del recinto. Cabe señalar que un control de esta naturaleza no es de normal ocurrencia para los vuelos domésticos en el Perú.

Producto de este control especial fue la retención exclusiva de los Srs. Matthei y De la Maza que fueron trasladados a una dependencia contigua para una inspección minuciosa del equipaje. Terminado el registro de sus pertenencias el inspector PIP a cargo del aeropuerto los condujo a las oficinas principales del mismo aeropuerto, indicándole de paso a la esposa del Sr. Matthei, que estaba esperando su llegada, que ambos funcionarios estaban detenidos e incomunicados. No se le dieron razones por la medida adoptada. No se observó el registro ni la detención de otros pasajeros.

En las oficinas del inspector PIP se les pidió que explicaran las razones por las cuales figuraban con nacionalidad peruana en el manifiesto de pasajeros de “Faucet”. Aún cuando se aclaró que la confección de dicho documento era de exclusiva responsabilidad de la compañía de aviación y que la identidad de los funcionarios estaba en todo momento claramente determinada por la documentación que ellos portaban (pasaporte y carnet de extranjería), el inspector expresó que se trataba de una irregularidad que requería de una investigación. Además de la documentación oficial, le fueron incautadas las respectivas máquinas fotográficas y la agenda personal del Sr. Matthei.

Referente a la presentación de los documentos de identidad entre Lima y Arequipa, se aclaró tambien, que a la llegada a Arequipa ambos funcionarios sí tuvieron que presentarlos a solicitud de un funcionario de la policía civil del aeropuerto de Arequipa quien tomó debida nota de ellos. Este trámite, según se observó, se aplicó en forma discriminatoria exclusivamente a los dos funcionarios de LAN, no haciéndose extensivo al resto de los pasajeros del vuelo. En todo caso quedó establecido que tanto al arribo en Arequipa como al regreso a Lima hubo verificación efectiva de la documentación y por tanto de la correspondiente identidad.

Una vez formalizado el parte policial en la estación PIP del aeropuerto “Jorge Chávez”, los Srs. Matthei y De la Maza fueron trasladados en vehículo del servicio policial al cuartel central de la PIP en Lima, donde una vez registrados oficialmente como detenidos, permanecieron aproximadamente dos horas en una celda en compañía con detenidos (que nos acogieron con extrañeza pero con mucha solidaridad) aparentemente vinculados al paro laboral anunciado para los días 9, 10 y 11 de Enero. Curiosamente uno de ellos, un señor de apellido Barrantes, sería años mas tarde Alcalde de Lima.

Después de ser trasladados siempre en vehículo policial a otro lugar, dónde solo permanecieron breves instantes, regresaron al cuartel principal para ser entregados finalmente alrededor de las 24:00 horas al Cónsul General de Chile con el compromiso de volver al día siguiente para la devolución de los documentos y completar la investigación.

Al concurrir el miércoles 10 de Enero en compañía del Sr. Cónsul al cuartel principal de la PIP se ordenó su traslado a otra dependencia donde fueron sometidos en forma separada a un interrogatorio continuado de aproximadamente cuatro horas. Este interrogatorio cubrió aspectos de una amplitud que excedían absolutamente el problema inicial mente planteado en relación al manifiesto de pasajeros de “Faucet”. Finalizadas las declaraciones alrededor de las 14:30 horas, permanecieron en habitaciones separadas en espera , aparentemente, de la realización de investigaciones complementarias y la verificación de las películas de las máquina fotográficas.

Alrededor de la 20:00 horas fueron conducidos, ahora en compañía del Sr. Cónsul, al despacho del Director Superior de la PIP quien brevemente explicó que todo se debía a un lamentable error y una confusión con la actuación de dos ciudadanos americanos. Añadió el Director que tenía el encargo de dar estas explicaciones en nombre del Sr. Ministro y del gobierno peruano. En esos momento se devolvieron los respectivos pasaportes, carnet de extranjería y la agenda personal del Sr. Matthei. Las cámaras fotográficas fueron devueltas con sus respectivos rollos al día siguiente.”

 

El Gerente General de LAN con el Director Superior de la PIP

El Gerente General de LAN con el Director Superior de la PIP

 

Es preciso destacar que durante las siete horas de detenidos del día martes 9, en ningún momento fueron mencionados los cargos concretos, ni se informó sobre la duración de la detención, ni se permitió a los funcionarios detenidos efectuar llamadas telefónicas para dar aviso de su paradero y situación a los respectivos familiares”.

Una historia aparte, vivió la esposa del Gerente General que esperaba tranquilamente su arribo al aeropuerto para conducirlo de vuelta a casa. En vez de verlo salir normalmente, observó su extraña conducción, por la policía, a otro recinto interior, sin obtener una explicación plausible sobre su evidente detención. Para ella en ese momento, comenzó un largo y angustioso peregrinar para contactar primero a nuestra embajada, particularmente al embajador Sr. Francisco Bulnes en persona, quien no demostró precisamente una particular empatía ante el relato recibido. Pero felizmente el Cónsul Sr. Barriga, el abogado de LAN Camilo Carrillo y otras personas de cierta influencia y buena voluntad, ayudaron eficazmente a que se pusiera fin a una evidente arbitrariedad. Con ello se logró que tanto el Gerente General como el Gerente Administrativo, fueran liberados pasada la medianoche del día de su detención.

Con especial gratitud debo recordar la diligente actuación de nuestro abogado Camilo Carrillo, “mandatario” de LAN en el Perú, con una activa participación en las aclaración de los hechos en defensa del prestigio de LAN y de sus  dos funcionarios cuestionados. Carrillo no sólo fue un grato colaborador en lo profesional sino tambien una persona que permitió desarrollar una sincera relación de amistad. Solía relatarnos con humor sus peripecias como estudiante en Paris, donde junto a su amigo (y correligionario “aprista!) Alan García, recorrían las calles y plazas cantando y tocando guitarra como un modo de fortalecer sus escuálidos bolsillos. Seguramente era una época en que no se imaginaban a las altas responsabilidades que los llamaría años mas tarde la política. Alan García sería Presidente del Perú y Camilo Carrillo lo acompañaría en su primera administración, en altos cargos de la administración pública, culminando como Ministro de Transportes.

Recordamos con afecto a Camilo Carrillo, que junto con su colega especialista en asuntos laborales, el abogado Jaime Tori, suministraron un eficaz y leal apoyo a nuestra gestión entre los años 1977 y 1981.

 

dulceyagraz11A los pocos meses, una nueva tarea me esperaba en Lan Chile, ahora como Gerente de Servicios a Clientes. Pero no abandonaría el Perú sin dejar un último testimonio de nuestra histórica hermandad y un ejemplo mas, de los innumerables lazos familiares que se han tejido a lo largo de la historia entre chilenos y peruanos. Nuestra partida coincidiría con la celebración del matrimonio en la residencia de Av. Angamos de la novia de nuestro hijo mayor, que daría ocasión para una despedida realmente extraordinaria de todas nuestras amistades.

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El Despachador de Aeronave David Arancibia recibiendo un estímulo por su excelente desempeño

 

 

Por cierto, una destinación por cuatro años, de dulce y de agraz. De dulce, porque en general tuvimos una estadía y experiencia laboral en el Perú extraordinariamente grata, en condiciones difíciles y muy exigentes que estaba viviendo LAN Chile. Compartimos con un equipo humano de trabajo en lo comercial, administrativo y operativo extraordinario y por el cual guardamos los mejores recuerdos. Los pueblos y las personas siempre son naturalmente hermanables y sólo desafortunados episodios esporádicos, suelen lograr enturbiar artificialmente esa hermandad. Una hermandad que ha probado su fortaleza y su validez a lo largo de los años, permitiendo que evolucionara aquella pequeña representación de LAN, a una sólida y eficiente empresa autónoma que, como LAN Perú, cuenta hoy con mas de 2500 trabajadores imbuidos del espíritu de servicio que sembraron sus pioneros hace ya 80 años.

 

Categories: Crónicas

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