“Muy de mi consideración:

El motivo de esta carta radica en responder una inquietud que me asalta desde hace ya muchísimos años acerca de un evento que habría ocurrido en un vuelo Lan de Santiago a Arica, probablemente entre los años 1965 – 1966, Antes que nada, me permito presentarme como un gran entusiasta de la aeronáutica y -dada mi edad de 58 años- un nostálgico de los años ’60 – ’70.

Tengo vivo recuerdo de haber acompañado a mi madre a despedir a mi papá, don Rodolfo Binet Latín, quien debía realizar un viaje institucional representando a la Policía de Investigaciones de Chile, a la ciudad de Arica, en compañía del entonces Director Nacional de la misma institución, don Emilio Oelckers. En aquella oportunidad, encontrándonos en el terminal de Los Cerrillos (el vuelo debía partir alrededor de las cinco-seis de la tarde de un día despejado de invierno, probablemente entre Junio o Julio) se produjo un impasse al no llegar el Sr. Director Nacional, debiendo embarcar mi padre solo en un avión DC-6B de Lan Chile. Lo anecdótico fue que literalmente, mientras el DC-6B taxeaba hacia el cabezal norte, un caballero muy alto de abrigo, sombrero y una maleta corría hacia la nave para abordarla; era don Emilio quien llegaba atrasado para el embarque. Allí debió ir la escalera para permitirle abordar.

Luego de unos tres días fuimos a recibir a mi papá, quien volvía con don Emilio en uno de los nuevos Caravelle VI R. Ya en casa, él nos contó sobre su viaje y sobre lo que vivió allá en el Norte.

Estaba muy contento con el vuelo en Caravelle, sobre todo, la suavidad de su vuelo, haciendo notar que se podía tomar bebida en las mesitas plegables del respaldo del asiento delantero y el bebestible ni siquiera se movía. Además, le encantó que el sonido de los motores era mucho más suave que el que se sentía dentro de los DC-6B.

Sin embargo, nos contaba que, en el viaje de ida junto a Don Emilio, ocurrió un hecho que le llamó mucho la atención ¡Y no era para menos!

Ya era de atardecer, en medio del crepúsculo. Debe haber ido volando entre Serena y Antofagasta, por sobre la cordillera, cuando, en medio de una turbulencia, de pronto el avión inició un descenso según él muy brusco desde la altura de crucero. Debe haber sido notorio ya que él hablaba de una sensación de caída sostenida que duró varios minutos.

A mi papá le tocó el asiento de la ventana y en la penumbra del atardecer, lejos de todo lugar poblado, quedó horrorizado al ver postes telefónicos pasar velozmente por debajo del avión. Por lo que relataba, el avión había descendido desde su altura de crucero a unas pocas decenas de metros sobre una carretera secundaria.

Desde allí, el avión comenzó nuevamente a remontar en círculos hasta nuevamente retomar la ruta.

Después de este incidente, vio las luces de Iquique y luego su aterrizaje en Arica.

No logro recordar si el avión había hecho o no escala en algún aeropuerto de la ruta.

Bueno, un poco tarde y como dijera Condorito… “¡Exijo una explicación!” sobre lo que casi le pasó a mi padre en viaje a Arica.

Con mucho cariño por lo que fue Lan en sus tiempos de gloria y con gran admiración por todos quienes lo hicieron posible, se despide:

Paul Binet Barbé.- paulbinet@gmail.com

*

 

El relato del Sr. Binet es sin duda un simpático recuerdo de su infancia y nos traslada a los servicios LAN de esa época. El detalle del evento, con brusco descenso y desfile de postes telefónicos, es muy raro sobre todo al no agregarse alguna otra circunstancia que lo explique. En todo caso queda abierta la posibilidad que algún lector o piloto nos pueda aportar alguna opinión esclarecedora al respecto.


2 Comments

Julio Matthei h. · Septiembre 20, 2017 at 3:19 pm

Sin pretender extrapolar situaciones, el correo del Sr. Binet me mueve a recordar una experiencia como copiloto de DC-6 en la década del 60. Era un vuelo de Puerto Montt hacia el Norte al mando de un antiguo Comandante que, tiempo atrás (con los DH Dove), había estado destacado en el servicio regional de esa ciudad. Se notaba su encariñamiento con la zona sur. Era un día despejado y soleado. Tras un corto ascenso con el avión limpio y régimen de crucero, observé que mi estimado Comandante no tenía la menor intención de seguir ascendiendo al nivel asignado en el plan de vuelo. Sinceramente no me horrorizaba el desfile de la copa de los árboles, acostumbrado tal vez a los vuelos “rasantes” en mi etapa previa como piloto militar. Sin embargo, me sorprendió la desaprensión en cuanto a lo que podrían opinar los pasajeros. Es probable que agradecerían ese especial tour de “sightseeing” en un día maravillosamente despejado y libre de todo obstáculo orográfico…Al menos no recuerdo ningún tipo de reclamo.
Hoy, el tipo de aviones comerciales, los estrictos controles de tráfico, el código aeronáutico que fija severas penas, y las exigentes condiciones de formación de los pilotos comerciales, hacen impensable ese tipo de “libertades” de antaño.

Paul Binet Barbé · Diciembre 17, 2017 at 4:55 am

Soy yo, otra vez, el mismísimo Sr. Binet que partió con mi carta inicial.
Mi experiencia como testigo de segunda mano y habiéndome culturizado bastante en aeronáutica me hace pensar que lo más probable es que se haya tratado de una falsa alarma de descompresión. Una descompresión explosiva es evidente para cualquiera persona dentro de un avión (si logra sobrevivir, claro está). Pero es posible que la presión atmosférica dentro de la cabina haya comenzado a bajar de manera paulatina por alguna filtración lo que puede haber activado la alarma.
Ante el temor de que fuese un aviso que pudiera presagiar algo mucho peor, lo más lógico es que el Capitán haya optado por lo sano: bajar lo más rápido posible. Ahora, ¿Por qué TAN bajo? Mi padre nunca fue alarhaco. Sin embargo la ruta los llevaba en ese momento sobre la Cordillera, por lo que mi papá contaba. No olvidemos que hay caminos a 2,000 – 3,000 metros sobre el nivel del mar. La posterior remontada seguramente fue para recuperar altitud pero es probable que se mantuviera bajo los 12,000 pies, seguramente para evitar un diferencial de presiones peligroso, dadas las circunstancias.
Me encantaría saber la opinión de otros ex-pilotos de LAN respecto a esta hipótesis.-

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