No todos los “Gajes del Oficio” tienen que ser necesariamente dramáticos. Los hay también insólitos y tragicómicos como nos lo recuerda nuestro querido asociado Emilio Velasco:

“Corría el año 2000. El vuelo era Santiago-Cancún-Miami y me tocaba volar el tramo Santiago -Cancún. Eran aproximadamente 7 horas y luego descansaba el tramo Cancún – Miami.

Todo se presentaba muy bien. Era un vuelo diurno tranquilo pero para mí era la primera vez que pasaba por Cancún, aeropuerto  donde sólo desembarcaban pasajeros y se cargaba combustible.  Por acuerdos comerciales, LAN no embarcaba pasajeros en Cancún con destino a Miami.

Detuvimos motores y le dije al copiloto Roberto Colzani (“Pablito Mármol”) que bajaría a estirar las piernas y luego me retiraría a descansar en “la jaula” (así le decíamos al compartimento de descanso, un habitáculo con 2 literas ubicado al término de la clase ejecutiva).

Me detuve a mirar algunas cosas del duty free y después de unos 20 minutos volví a la puerta de embarque y me llamó la atención que estaba vacía…Al fondo de la manga donde se supone que estaba la puerta de entrada de mi avión se veía la luz del sol…Qué extraño, me dije, y apuré el paso para ver qué pasaba…Cuando llegué al final de la manga me llevé la sorpresa de mi vida: ¡¡¡Mi avión no estaba allí!!!

En la losa estaba el mecánico de LAN conversando muy relajado con otro mecánico…Yo con un aire simulando un – lo más digno posible – ‘todo bajo control’ le pregunto: ¿Viejo, y dónde está el avión? Con la misma tranquilidad me señala como mi Boeing 767 iba despegando de la pista…

No podía creer lo que me estaba pasando…Me invadió una sensación muy extraña… Abandonado en Cancún, en mangas de camisa, sin documentos ni nada… ¿Qué diablos había pasado? Era difícil pensar que la tripulación que continuaba me hubiese dejado deliberadamente en tierra. Seguramente el otro capitán (el “Chico” Ortiz) debió asumir que yo estaba en la jaula cuando recibió la ‘cabina libre’ de la Jefa de Cabina. Su papel no es contar a los tripulantes.

Independiente de las explicaciones que podría tener el despegue del avión dejándome en tierra, yo estaba en un verdadero y real problema. Cuando se aplacó la conmoción que había generado mi situación se hizo presente el Station Manager  y me dice que puedo embarcar en un Boeing 727 de American que está por salir. A esa alturas me aferraba a cualquier alternativa que me permitiría  ‘dar caza’ a mi avión, en que iban mis pertenencias y mi pasaporte…

Con cierta sensación de perro apaleado y abandonado, me subo al American. En la puerta me recibe una madurita Jefa de Cabina que – seguramente ya enterada de mi caso – pone cara de conmiseración y me dice ‘poor guy’,…’welcome on board’…’El vuelo está completo pero el capitán lo espera en el cockpit’…

Entro al cockpit y me encuentro con las caras de expectación de los pilotos y el ingeniero de vuelo que seguramente esperan escuchar mi historia. Sin embargo estoy tan saturado que solo les digo, ‘Hi guys’,’gracias por llevarme a Miami’… y me siento callado  en el jump seat detrás del capitán mientras el avión despega… Ya en vuelo, no puedo seguir resistiéndome a darle rienda suelta a mi creciente indignación…Le solicito al capitán poder usar la radio para llamar por la frecuencia de compañía a mi vuelo:

‘Lan Chile 152 este es American 2001’

Con toda naturalidad y simpatía escucho:

‘American 2001 este es Lan Chile 152’…’Go ahead’,  suena la voz de Roberto….

¡¡¡ Qué go ahead, pelotudo !!! me brota von vehemencia…¡¡Me dejaron botado en Cancún!!

Primero se produce un silencio y luego recibo una insólita y para mi bastante estúpida pregunta: ¿Dónde estás?…Seguramente pensaban que les estaba haciendo una broma y lo estaba llamando desde algún galley de nuestro avión (lo que solo es posible por interfono ). Como Roberto quedó desconcertado tomó su micrófono el ‘Chico’ Ortiz y me dice:

‘¿Qué pasó ?… No entiendo’….

Yo algo más calmado: ‘¡Pasó que me dejaste botado, chico!’

‘Para tu información llegaré a Miami aproximadamente  una media hora después que tú. Por lo tanto preocúpate que haya un funcionario de LAN en Policía con mi maletín de vuelo, mi chaqueta y gorra ¡porque en este momento soy un NN!…

Bueno, así fue como un ‘condóro’ me hizo pasar un tremendo mal rato. Tuve la suerte que ‘mi abandono’ sucedió en un aeropuerto donde cada 30 minutos sale un vuelo a Miami.

Si bien fue una situación superada, hubo consecuencias que dan para otra conversación…pero que trajo cola….la trajo…

Un evento así no puede pasar piola…. Lo extraño es que hasta el día de hoy la Jefa de Cabina da la cabina libre sin asegurarse que la tripulación de cockpit está completa…!!Plop !!”

***

Para Eduardo”Cabito” Ortiz los acontecimientos previos al despegue fueron los normales: Le presentaron la estiba, firmó los papeles de rigor y le informaron que estaba listo para salir. Llamó  a la Jefa de Cabina que le dijo que el avión estaba vacío y le dio cabina libre sin saber qué Emilio se había bajado a estirar las piernas.  Así que cerró la puerta y se fue.

Cuando recibió la llamada de Emilio desde el American llamó  a la jefa y le informó la situación. ¡Casi se desmayó con la noticia! Pero todo quedó resuelto llevándole a Emilio sus documentos al arribo del American.

A pesar de la natural angustia de “Cabito” el asunto parece que no pasó a mayores y quedó como una anécdota en la historia de LAN.


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