Gracias a una llamada de Sandra, hija de Amaro Bamón y encargada por la familia Mattich de administrar un bien raíz en Santiago, nos enteramos del fallecimiento de nuestro recordado asociado Comandante (R) Julio Mattich acaecido en la ciudad de Purranque, lugar donde se había establecido tras dejar las alas para dedicarse a la producción de leche.

Ingresó a LAN en 1949, el mismo año que lo harían los otros tres “alemanes” de postguerra: Kurt Pfeffer (ver Cronicas 15.03.2016/Obituario 14.06.2016), Kurth Thiele y Julio Hofmann (Ver Cronicas 15.03.2016).

La escasez de pilotos obliga a Lan a ascensos rápidos por lo que, al año, Julio ya luce sus galones de Capitán del DH Dove, pero sigue también como copiloto de los aviones de mayor capacidad como el DC-3 y el Martin 202. Las cosas eran entonces menos complicadas…

Entre 1953 y 1955 es destinado como piloto del servicio regional basado en Punta Arenas donde comparte con Amaro Bamon y Jorge Rivera A. En 1958 integra el grupo de pilotos que se entrena y califica para las nuevas operaciones a los EEUU. En 1964 aprueba su curso de aviones jet y es programado para traer el tercer Caravelle desde la fábrica en Toulouse.

En la introduccion del B-707 tambien lo tenemos en primera línea con la coacitacion y habilitación en ruta con Lufthansa. Integra la tripulacion que en 1974 efectua el primer vuelo transpolar de LAN  Sydney – Punta Arenas.

Al retirarse en 1975 participa en la formación de la empresa ICAROSAN que inicia sus operaciones prestando servicios a CAP. Más tarde decide ir a volar por dos años a Jordania con la intención precisa de juntar el dinero necesario para adquirir un pequeño fundo en el Sur. Lo logra y se establece en Purranque transformándose con el tiempo en un destacado productor de leche.

Muchos pilotos fueron sus alumnos y pudieron apreciar sus extraordinarias condiciones como persona y como piloto instructor. Entre sus recomendaciones siempre destacaba la necesidad de “sacar” el avión en forma decidida en el despegue. Ello era especialmente importante en los despegues con el avión pesado y altas temperaturas, como era normalmente el caso en Río de Janeiro – Galeao, al iniciar el cruce del Atlántico. Sin embargo, esta técnica que tenía su origen en los instructores de la misma Boeing, le jugó en cierto vuelo una mala pasada. Sucedió en un vuelo que en Madrid cambiaba de tripulación y continuaba a Frankfurt el Comandante Kurth Pfeffer. A su llegada en Madrid la inspección exterior del avión arrojó una sorpresiva novedad: la cola había arrastrado de tal forma al despegar en Rio que había doblado el mástil de evacuación del baño trasero. A pesar del daño, el vuelo al mando de Kurth Pfeffer continuó a Frankfurt donde inicialmente se dijo que se haría la reparación. Sin embargo, en la tarde se comunicó a la tripulación en el hotel que el avión debía ser trasladado a la base de mantenimiento de Hamburgo para su arreglo. Como en Hamburgo el mantenimiento se prolongó por varios días, la tripulación fue enviada de regreso a Madrid para tomar de nuevo su rol de vuelo. A su regreso, Julio Mattich, afectado por este incidente, presentó su renuncia como piloto al Gerente de Operaciones don Sergio Kurth. Este, sin embargo, no sólo le rechazó la renuncia, sino lo confirmó además en su cargo de Instructor del material, en una demostración del nivel de aceptación y reconocimiento profesional que merecidamente gozaba Julio Mattich.

Julio había nacido en Valparaíso, pero regresó a Alemania cuando terminó el nexo laboral de su padre en esa ciudad. Allá lo sorprende la Segunda Guerra Mundial incorporándose como piloto de la Luftwaffe. Se casa con una joven de Hamburgo de una familia en que la educación musical era muy importante. Renata Joergens Walte tocaba el violoncello. Al finalizar la guerra el matrimonio emigra a Chile y Wolfang Julius opta por el Julio a secas. No fue fácil para Renata acostumbrarse a este país absolutamente desconocido para ella. Además nunca adoptó el nombre chilenizado “Julio” de su marido, quien en la intimidad siempre siguió siendo para ella, “Wolfgang”. Sin embargo, durante su residencia en Santiago logra vincularse con el Conjunto de Música Antigua de la Pontificia Universidad Católica de Chile, gestionado en esos años por Sylvia Soublette, lo que le permite mantener la práctica de su instrumento. Ya instalados en Purranque encuentra un nuevo alero en el Conjunto de Música Antigua, del colegio de Puerto Varas, donde ejerce también como ejecutante y profesora.

Vayan para Renata y sus hijos nuestras más sinceras condolencias.

 

Control y administración “por Manual” y “Lista de chequeo” de la producción lechera… Aplicando el orden y los métodos aprendidos para la correcta operación de las aeronaves, Julio organizó una lechería de lujo donde están presentes estrictos controles de calidad

 

Las visitas a Purranque eran agasajadas con el infaltable “Kuchen” local
Categories: Obituario

3 Comments

Sergio Barriga Kreft · Mayo 2, 2017 at 6:51 pm

Estimado don Julio

Muy bonito, fino y sentimental el recuerdo que Ud. hace del Comandante Julio Mattich recientemente fallecido, todo un caballero del aire.-
Contribuye a mantener viva su memoria, evitando con ello que caiga en el olvido como lamentablemente ha sucedido y sigue sucediendo con tantos camaradas aviadores que nos han dejado.-

Atentamente

Sergio Barriga Kreft

Fernando Ocampo Maureira · Mayo 31, 2017 at 5:00 pm

Recuerdo con gran afecto al Comandante-Instructor don Julio Mattich, quien me habilitó como Cdte. del Boeing 707

Fernando Ocampo Maureira

Luciano Arias Parodi · Agosto 9, 2017 at 7:40 pm

Leo con nostalgia, el imborrable recuerdo que trasunta el Comandante Mattich en nuestra querida Linea Aérea Nacional.
Profesional por excelencia, exigente de si mismo y con los demás, detallista y a su vez ponderado, notable instructor, que deja un legado, en pos de la importancia indiscutida de lo que representa la SEGURIDAD, en el contexto de la aviación comercial.
Tuve la suerte y orgullo haberlo conocido y recibir su invaluable tutela durante parte importante de mi crecimiento como piloto. Vayan mis agradecimientos y mis sinceras condolencias a su familia.

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