El fallecimiento de Paul es una triste noticia para todos los que tuvieron la suerte de compartir sus vuelos con  un profesional de excepción y carácter afable, que nunca dejó de hablarnos con su inconfundible acento francés. Emigrado a Chile gracias a la compra de los Caravelle VI R sus alumnos, Víctor Romero en particular, todavía se sonríen, como lo hacían entonces cuando Paul lanzaba la frase “la corriente continua…”

Aparte de su alto nivel profesional, Paul tenía también otras gracias. Era un excelente cocinero, muy fino, muy francés y atendía en su casa que daba gusto

Llegó a Los Cerrillos, el 6 Mayo de 1964 como Ingeniero de Vuelo del 2° Caravelle, matrícula CC-CCP, piloteado por Jorge Jarpa y Vicente Valjalo (también viene a bordo el Ingeniero de la Maestranza Adrián Vilca). Le encantó el país y se quedó para siempre. A pesar que los Caravelle desaparecieron de LAN en 1974, Paul continuó volando hasta los DC-10 hasta su evolución a Air New Zealand en 1986.

Armando Gotelli, otro de sus colegas, nos cuenta entristecido: “Hace unos meses traté infructuosamente de ubicar a Paul por intermedio de su hijo Philippe. Estaba tratando de ubicarlo porque por esas cosas de la vida, recordé que Paul me salvó la vida una vez en Miami a bordo de un avión carguero impidiendo que cayera de espaldas desde el avión a la rampa debido a una gigantesca estupidez de un operario de carga. Por esas cosas de la vida, tomé conciencia, quizá muy tardíamente, de que nunca le había agradecido suficientemente lo que hizo por mí por allá en los años 80. Vaya mi agradecimiento póstumo a Paul, quien era, aparte de todo, un muy buen ser humano y un excelente profesional. Por supuesto mis condolencias a toda su familia.”

Paul era compadre de nuestro asociado Abraham “Pocho” Acevedo, padrino de bautismo de su  hijo menor Andrés: “Estuvo casado con mi prima fallecida antes, Gloria Cavieres Acevedo, auxiliar de vuelo de los tiempos de Carmen Verdugo. Ya viudo, Paul se enfermó con problemas para comunicarse por varios años y murió mientras dormía cuidado por su hijo el arquitecto Phillipp Blanc Cavieres.”

Vayan nuestras más sentidas condolencias a Phillipp y su familia.

Categories: Obituario

1 Comment

Pablo Hafemann Fuentes · Octubre 8, 2020 at 4:53 am

Inolvidable este “franchute”,vole con él el 707 hará 1985,mi primer avión como Capt.

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